jueves, 22 de agosto de 2013

Fuera de la caja

Cuando me levanté lo primero que hice fue mirar los mensajes que me habían llegado a mi celular mientras dormía, desayuné, luego prendí el computador, y con él sobre mis piernas, me puse a tomar el sol sentada en el sofá que hay en mi cuarto al lado de la ventana. Las noches últimamente han sido frías, y a mí que no me gusta el frío. 

En ese sofá todos los días se acuesta el gato de la casa donde vivo, se llama Zechi, tiene 21 años, un anciano gatuno, cuando camina se tambalea, ya varias veces se ha hecho chichi fuera de su caja, cosa que no acontecía antes, sé que tuvo una vida agitada. Lo veo y me imagino a Pink Tomate, el gato de Opio en las Nubes, diciéndole a una gata brasilera: Nena, ¿Quieres una caipiriña? También tengo cigarros. Y la gata, sin pensarlo mucho, le respondería: Si, g(u)ato, contigo hasta la luna trip trip trip.

Pink Tomate. Fuente: http://pinktomatee.blogspot.com.br
Ver a Zechi todos los días en el sofá, saber que detrás de su flaqueza hay una historia, un por qué, unas dudas, varias respuestas, me ha hecho preguntarme cómo seré cuando yo esté más vieja. Es díficil imaginarme anciana, puedo ponerme características, pero no logro imaginar el todo. Seguramente tendré el pelo blanco, la columna encorvada, mi piel tendrá arrugas, mis dientes serán postizos, estaré más gorda, seré más terca, quizás más dulce, quizás más sola. 

En Facebook veo que muchas amigas del colegio y de la universidad se han casado y algunas tienen hijos. Tengo 25, dicen que esta es la mejor edad para quedar en embarazo, hay gente que me pregunta si me quiero casar, yo les respondo que sí, que no está en mis planes por ahora, pero que aún no tengo con quien, tal vez sean cosas mías, pero encontrar a alguien no es fácil, uno se va poniendo cada vez más exigente.

Aquí en Brasil conocí a una alemana, una polaca y una española que se casaron con brasileros, yo estudiaba portugués con ellas y un día que todas nos regresamos a casa en el mismo bus, comenzaron a hablar de cómo fueron sus respectivos matrimonios. Como yo no me he casado, yo hablaba de la manera cómo me gustaría que fuera mi matrimonio, y decía que me gustaría casarme encima de un elefante, tipo como hizo Mockus. Esa idea del elefante la he puesto en tela de juicio, por cuidar a los animales, pero lo cierto es que me gustaría casarme de una manera diferente y no necesariamente por la iglesia. 

Doodle de hoy 22 de Agosto de 2013
Viendo el bellísimo doodle de hoy [para verlo hacer clic aqui], que celebra el nacimiento de Debussy, un compositor francés del siglo XIX, me acordé que mi profesora de Historia del Arte en la Universidad contaba que había entrado a la iglesia con el Nocturno en EbM Op. 9 No. 2 de Chopin, una pieza que yo tenía en un pianito que me regaló mi papá cuando yo tenía 4 años. Romántico, ¿No? Literalmente romántico. Algo así me imagino, si es que mi novio quiere, si es que aparece ese novio. 

A veces me pregunto si realmente estoy hecha para esas cosas. A lo mejor mi vida será más fructífera si llego a ser vieja como está Zechi ahora. Lo único que no quisiera es orinarme fuera de la caja. De lo demás que se encargue el destino.

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