Uno tiene que tener un alma muy fuerte para amar mucho. En
la película que vi ayer, Violeta se fue a
los cielos, en la entrevista que le hacen a Violeta Parra (la protagonista)
desde Buenos Aires, que va corriendo paralela con lo que fue su historia le
preguntan “¿Cuántas veces ha amado?” Ella responde mostrando la mano. El
entrevistador le dice: ¿Cinco? Ella contesta: 5 millones de veces. Parece que
para Violeta, amar no era difícil. Yo sigo creyendo que no lo es. Lo difícil es
quitarse el miedo y
además olvidarse que no necesariamente hay amor de vuelta, por eso hay que ser
fuerte.
Cuando se intenta amar es parecido a estar en el skycoaster esperando a que den la señal
de soltarse. Lo diferente es que cuando se ama no siempre hay cuerda que
soporte, te puedes reventar contra el pavimento. Lo semejante es que no tienes
que pensarlo mucho para hacerlo, cuando abres los ojos ya estás amando. En el skycoaster puedes ir acompañado o sólo,
en el amor también. La adrenalina se te sube, la inercia te hace pendular y se
acaba. Yo no sé si el amor se acaba. Si amamos con el cuerpo, sí, algún día
moriremos. Pero, ¿Si amamos con el espíritu?
el amor revive a cada segundo, no importa cuantas veces se reviente contra el pavimento :)
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